Ravioli sin gluten con salsa de tomate

Comienza preparando la masa para la pasta. En un tazón grande, mezcla la harina sin gluten, goma xántica y sal. Haz un hoyo en el centro.

Batir juntos los huevos, el aceite de oliva y el agua. Verter los ingredientes húmedos en el hueco de los ingredientes secos.

Usando un tenedor, incorpore gradualmente la harina en la mezcla húmeda hasta que se forme una masa.

Amasar la masa durante aproximadamente 3-4 minutos hasta que quede suave. Cubrir con film transparente y dejar reposar durante 20 minutos.

Para el relleno, sofría las espinacas frescas en una sartén hasta que se marchiten. Deje que se enfríen un poco y píquelas finamente.

En un bol, mezcla el queso ricotta, espinacas picadas, queso parmesano, ajo en polvo y pimienta negra. Reserva.

Para hacer la salsa de tomate, calienta aceite de oliva en una cacerola a fuego medio.

Añade la cebolla picada y el ajo triturado, y cocina hasta que la cebolla esté translúcida.

Incorpora los tomates triturados, albahaca seca, orégano seco, sal y azúcar. Deja que la salsa hierva a fuego lento durante 20 minutos.

Extienda la masa reposada en láminas, ya sea con una máquina de pasta o un rodillo, hasta que quede delgada (aproximadamente 1/8 de pulgada de grosor).

Corta la masa en cuadrados o círculos de 2 pulgadas para los ravioles.

Coloque una cucharadita de relleno en el centro de la mitad de las formas de masa. Humedezca los bordes con agua, luego coloque otra forma de masa encima, presionando firmemente para sellar.

Pon una olla grande con agua salada al fuego. Agrega con cuidado los ravioli, cocinando por tandas si es necesario, durante unos 4-5 minutos o hasta que floten en la superficie.

Retira los raviolis con una espumadera y escúrrelos bien.

Sirve los raviolis calientes con la salsa de tomate preparada. Espolvorea queso parmesano adicional por encima, si deseas.