Pollo frito taiwanés vegano

Presiona el tofu firme extra para quitar el exceso de agua: Coloca el bloque de tofu entre dos platos y coloca el plato superior con una lata u objeto pesado. Déjalo reposar durante 20 minutos, luego sécalo con una toalla de papel.

Desgarra el tofu en trozos irregulares del tamaño de un bocado para obtener una textura más auténtica.

En un tazón mediano, mezcla la leche de soja, la salsa de soja, el vinagre de arroz, el ajo en polvo, la pimienta blanca y la mezcla de cinco especias para crear el adobo. Agrega los trozos de tofu y déjalos marinar durante 20 minutos, revolviendo ocasionalmente para asegurar un recubrimiento uniforme.

En otro recipiente, batir juntos la maicena, la harina de arroz, el polvo de hornear y el agua. La masa resultante debe ser espesa pero fluida. Si prefieres un extra de crocante, mezcla migas de pan a base de plantas en un recipiente superficial separado.

Calienta el aceite neutro en una sartén honda o cacerola a 350°F (175°C). Prueba el aceite dejando caer un pequeña cantidad de masa: debería chisporrotear inmediatamente.

Sácale los trozos de tofu al adobo, dejando que el exceso de líquido escurra. Cubre cada trozo en la mezcla y, si decides usarlos, rebózalos en pan rallado para obtener una capa exterior crujiente.

Con cuidado, coloca los trozos de tofu rebozados en el aceite caliente en pequeñas porciones. Fríelos durante 3-4 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes. Usa una espumadera para transferir los trozos fritos a un plato cubierto con papel absorbente para escurrir el exceso de aceite.

Fríe rápidamente las hojas frescas de albahaca en el aceite caliente durante 10-15 segundos (ten cuidado, ya que pueden salpicar), luego escúrrelas en papel absorbente.

Sirve el pollo frito taiwanés vegano inmediatamente, adornado con hojas crujientes de albahaca. Opcionalmente, acompaña con una salsa vegana de chile dulce o sal de pimienta taiwanesa para mojar.