Pizza Siciliana Baja en Grasa

En un bol grande, combina el agua tibia, el azúcar y la levadura seca activa. Revuelve para disolver y deja reposar durante unos 5 minutos o hasta que se ponga espumoso.

Añade el aceite de oliva, la sal y 3 tazas de harina a la mezcla de levadura. Mezcla con una cuchara de madera o una batidora de pie hasta que se forme una masa.

Transfiera la masa a una superficie enharinada y amase durante unos 7-10 minutos, añadiendo la harina restante según sea necesario, hasta que la masa esté suave y elástica.

Aceita ligeramente un bol, coloca la masa dentro, cúbrelo con un paño de cocina limpio y déjalo reposar en un área cálida durante aproximadamente 1 hora o hasta que haya duplicado su tamaño.

Mientras la masa está creciendo, prepare la salsa combinando los tomates triturados, ajo picado, orégano, albahaca seca, hojuelas de pimiento rojo y una pizca de sal en una cacerola. Deje que hierva a fuego medio durante unos 20 minutos, revolviendo ocasionalmente.

Precalienta tu horno a 475°F (245°C).

Una vez que la masa haya levado, golpéala hacia abajo y extiéndela de manera uniforme en una bandeja para hornear de 13x18 pulgadas ligeramente engrasada o en un recipiente para pizza siciliana de tamaño similar, asegurándote de que la masa llegue a los bordes.

Extiende la salsa de tomate preparada sobre la masa, dejando un pequeño borde alrededor.

Cubre la pizza con las cebollas, pimientos y champiñones en rodajas.

Hornea en el horno precalentado durante unos 20-25 minutos o hasta que la corteza esté dorada y el queso esté burbujeante y ligeramente dorado en la parte superior.

Saca la pizza del horno y déjala enfriar unos minutos. Adórnela con hojas de albahaca fresca antes de cortar y servir.