Helado refrescante bajo en grasa de frutas variadas

Comienza lavando todas las frutas cuidadosamente bajo agua corriente.

Retire el pedúnculo de las fresas y córtelas por la mitad.

Pela y quita el corazón de la piña y córtala en trozos pequeños.

Pela el mango y corta la pulpa en cubos, desechando el hueso.

Pela el kiwi y córtalo en rodajas o trozos.

Combina todas las frutas preparadas en un tazón grande.

Agrega la miel al tazón y mezcla todo suavemente para cubrir las frutas uniformemente.

En una licuadora, añade las frutas mixtas junto con el jugo de lima y la miel. Bate hasta obtener una mezcla suave, deteniéndote y raspando los lados según sea necesario.

Si la mezcla está demasiado espesa, añade agua gradualmente hasta obtener una consistencia suave y vertible.

Prueba y agrega un poco más de miel si la mezcla no es lo suficientemente dulce, teniendo en cuenta que debe conservar un poco de acidez.

Pica finamente las hojas de menta fresca y mézclalas con la mezcla de frutas licuada.

Vierte la mezcla de frutas licuada en un recipiente poco profundo que se pueda meter en el congelador y alísala en la parte superior.

Cubre con una tapa o papel film y coloca en el congelador.

Después de aproximadamente 1 hora, revuelva la mezcla cuidadosamente con un tenedor para romper los cristales de hielo.

Repite este proceso cada hora durante 3-4 horas hasta que la mezcla esté completamente congelada y tenga una consistencia tipo granizado.

Antes de servir, deja el hielo de frutas a temperatura ambiente unos minutos para que sea más fácil de servir.

Sirve en tazones o copas de postre enfriadas para un postre refrescante.