Pastel de durazno con migas

Pastel de durazno con migas

Dessert

Calificación del Artículo: 52/100

1 serving (150 grams) contains 350 calories, 3.0 grams of protein, 15.0 grams of fat, and 50.0 grams of carbohydrates.

Registra esta comida en SnapCalorie

★★★★★ 4.8/5.0 (más de 2,000 reseñas)
Obtén tu requerimiento calórico
Registra tu nutrición en segundos
Obtén un plan de nutrición personalizado
SnapCalorie App Screenshot
552.1
calorías
4.7
proteínas
78.9
carbohidratos
23.7
grasa

Información Nutricional

1 taza (236.6g)
Calorías
552.1
% Valor Diario*
Grasa Total 23.7 g 30%
Grasa Saturada 12.6 g 63%
Grasa Poliinsaturada 0 g
Colesterol 31.5 mg 10%
Sodio 315.5 mg 13%
Carbohidratos Totales 78.9 g 28%
Fibra Dietética 3.2 g 11%
Azúcares 47.3 g
proteínas 4.7 g 9%
Vitamina D 0 mcg 0%
Calcio 31.5 mg 2%
Hierro 1.6 mg 8%
Potasio 236.6 mg 5%

* Los Valores Diarios están basados en una dieta de 2,000 calorías. Tus valores diarios pueden ser mayores o menores dependiendo de tus necesidades calóricas.

Atributos de la Comida

⚠️ Contains trans fat

Fuente de Calorías

57.6%
3.4%
38.9%
Grasa: 213 cal (38.9%)
Proteínas: 18 cal (3.4%)
Carbohidratos: 315 cal (57.6%)

About Pastel de durazno con migas

El Pastel de Durazno con Crumble es un delicioso postre enraizado en la cocina estadounidense, que celebra la dulzura jugosa de duraznos maduros. El relleno combina duraznos frescos o enlatados con azúcar, canela y un toque de jugo de limón para un equilibrio agridulce. Cubierto con un crumble mantecoso hecho de harina, manteca, azúcar y avena, se hornea a la perfección dorada con una textura crujiente. Este pastel ofrece una reconfortante mezcla de duraznos suaves y especiados con una cobertura crujiente. Aunque es rico en fruta natural, ofreciendo vitaminas A y C, el pastel también contiene azúcares añadidos y grasas saturadas de la cobertura de crumble y la costra. Para una versión más ligera, opta por menos azúcar o una costra de grano entero. Perfecto como postre o tentempié, el Pastel de Durazno con Crumble combina sabores clásicos con un crujido abundante, convirtiéndose en un favorito atemporal para reuniones veraniegas o mesas festivas. Sirve tibio con una cucharada de crema batida o helado de vainilla para un indulgencia máxima.