Chips de cebolla y ajo

Chips de cebolla y ajo

Snack

Calificación del Artículo: 54/100

1 serving (28 grams) contains 150 calories, 2.0 grams of protein, 10.0 grams of fat, and 15.0 grams of carbohydrates.

Registra esta comida en SnapCalorie

★★★★★ 4.8/5.0 (más de 2,000 reseñas)
Obtén tu requerimiento calórico
Registra tu nutrición en segundos
Obtén un plan de nutrición personalizado
SnapCalorie App Screenshot
450.5
calorías
6.0
proteínas
45.0
carbohidratos
30.0
grasa

Información Nutricional

1 taza (84.1g)
Calorías
450.5
% Valor Diario*
Grasa Total 30.0 g 38%
Grasa Saturada 4.5 g 22%
Grasa Poliinsaturada 0 g
Colesterol 0 mg 0%
Sodio 540.5 mg 23%
Carbohidratos Totales 45.0 g 16%
Fibra Dietética 3.0 g 10%
Azúcares 3.0 g
proteínas 6.0 g 12%
Vitamina D 0 mcg 0%
Calcio 30.0 mg 2%
Hierro 0.9 mg 5%
Potasio 450.5 mg 9%

* Los Valores Diarios están basados en una dieta de 2,000 calorías. Tus valores diarios pueden ser mayores o menores dependiendo de tus necesidades calóricas.

Atributos de la Comida

🍯 Low sugar
🧈 High saturated fat

Fuente de Calorías

38.0%
5.1%
57.0%
Grasa: 270 cal (57.0%)
Proteínas: 24 cal (5.1%)
Carbohidratos: 180 cal (38.0%)

About Chips de cebolla y ajo

Las papas fritas de cebolla y ajo son un bocadillo crujiente y sabroso elaborado a partir de papas cortadas en rodajas finas u otras bases alternativas como vegetales crujientes, impregnadas con los audaces sabores del condimento de cebolla y ajo. Comúnmente asociadas con alimentos reconfortantes y la cultura global de los aperitivos, estas papas fritas a menudo reflejan las preferencias culinarias occidentales al mismo tiempo que son lo suficientemente versátiles para complementar diversas cocinas. Los ingredientes suelen incluir cebolla deshidratada, ajo en polvo, sal, aceite y papas, con variaciones que incorporan hierbas o especias para una mayor complejidad. Si bien sus componentes de cebolla y ajo proporcionan antioxidantes y posibles propiedades estimulantes del sistema inmunológico, es importante tener en cuenta que estas papas fritas suelen estar fritas o estar muy saladas, lo que las hace altas en sodio y grasas. La moderación es clave, ya que ofrecen un deleite sabroso en lugar de beneficios nutricionales significativos. Optar por versiones horneadas o con menos sodio puede mejorar su perfil nutricional sin renunciar a su sabor irresistible.