Bollo de avellana

Bollo de avellana

Bakery

Calificación del Artículo: 57/100

1 serving (100 grams) contains 350 calories, 7.0 grams of protein, 15.0 grams of fat, and 45.0 grams of carbohydrates.

Registra esta comida en SnapCalorie

★★★★★ 4.8/5.0 (más de 2,000 reseñas)
Obtén tu requerimiento calórico
Registra tu nutrición en segundos
Obtén un plan de nutrición personalizado
SnapCalorie App Screenshot
875
calorías
17.5
proteínas
112.5
carbohidratos
37.5
grasa

Información Nutricional

1 taza (250g)
Calorías
875
% Valor Diario*
Grasa Total 37.5 g 48%
Grasa Saturada 12.5 g 62%
Grasa Poliinsaturada 0 g
Colesterol 25 mg 8%
Sodio 750 mg 32%
Carbohidratos Totales 112.5 g 40%
Fibra Dietética 7.5 g 26%
Azúcares 50 g
proteínas 17.5 g 35%
Vitamina D 0 mcg 0%
Calcio 125 mg 9%
Hierro 5 mg 27%
Potasio 375 mg 7%

* Los Valores Diarios están basados en una dieta de 2,000 calorías. Tus valores diarios pueden ser mayores o menores dependiendo de tus necesidades calóricas.

Atributos de la Comida

Fuente de Calorías

52.5%
8.2%
39.4%
Grasa: 337 cal (39.4%)
Proteínas: 70 cal (8.2%)
Carbohidratos: 450 cal (52.5%)

About Bollo de avellana

Los bollos de avellana son una deliciosa repostería originaria de la cocina europea, a menudo celebrada por su rico sabor avellanado y su textura suave y esponjosa. Estos bollos suelen estar hechos de una masa elaborada con harina de trigo, azúcar, huevos, mantequilla y leche, rellenos con una pasta dulce de avellana elaborada a partir de avellanas molidas, azúcar y a veces cacao o crema. El relleno proporciona un impulso de grasas saludables y fibra de las avellanas, junto con vitaminas esenciales como la vitamina E y el magnesio. Sin embargo, la repostería contiene azúcares añadidos y grasas saturadas, que deben disfrutarse con moderación como parte de una dieta equilibrada. Los bollos de avellana son perfectos como un capricho ocasional o un refrigerio reconfortante acompañado de café o té. Aunque indulgentes, su relleno a base de frutos secos ofrece una fuente natural de energía y nutrientes, lo que los convierte en un equilibrio sabroso entre la decadencia y la bondad saludable.