Arroz Blanco Egipcio

Arroz Blanco Egipcio

Dinner

Calificación del Artículo: 73/100

1 serving (100 grams) contains 130 calories, 2.4 grams of protein, 0.3 grams of fat, and 28.2 grams of carbohydrates.

Registra esta comida en SnapCalorie

★★★★★ 4.8/5.0 (más de 2,000 reseñas)
Obtén tu requerimiento calórico
Registra tu nutrición en segundos
Obtén un plan de nutrición personalizado
SnapCalorie App Screenshot
260
calorías
4.8
proteínas
56.4
carbohidratos
0.6
grasa

Información Nutricional

1 taza (200g)
Calorías
260
% Valor Diario*
Grasa Total 0.6 g 0%
Grasa Saturada 0.2 g 1%
Grasa Poliinsaturada 0 g
Colesterol 0 mg 0%
Sodio 2 mg 0%
Carbohidratos Totales 56.4 g 20%
Fibra Dietética 0.8 g 2%
Azúcares 0.2 g
proteínas 4.8 g 9%
Vitamina D 0 mcg 0%
Calcio 20 mg 1%
Hierro 0.4 mg 2%
Potasio 70 mg 1%

* Los Valores Diarios están basados en una dieta de 2,000 calorías. Tus valores diarios pueden ser mayores o menores dependiendo de tus necesidades calóricas.

Atributos de la Comida

🍯 Low sugar
🧂 Low sodium
🧂 Low salt

Fuente de Calorías

90.2%
7.7%
2.2%
Grasa: 5 cal (2.2%)
Proteínas: 19 cal (7.7%)
Carbohidratos: 225 cal (90.2%)

About Arroz Blanco Egipcio

El arroz blanco egipcio es un alimento básico ampliamente utilizado en la cocina del Medio Oriente y de Egipto, conocido por su sabor suave y versatilidad en platos como koshari y mahshi. Hecho con arroz de grano corto, tiene una textura suave y tierna cuando se cocina y absorbe sabores de manera efectiva, lo que lo hace ideal para recetas sabrosas y especiadas. Nutricionalmente, es una buena fuente de carbohidratos, proporcionando energía y sirviendo como base para comidas ricas en nutrientes. Sin embargo, debido a que el arroz blanco pasa por un proceso de molienda y pulido, pierde algo de su fibra, vitaminas y minerales en comparación con el arroz integral. Es bajo en grasas y naturalmente libre de gluten, adecuado para muchas preferencias dietéticas. Aunque no es rico en proteínas, combinarlo con legumbres o fuentes de proteínas puede crear comidas equilibradas. La moderación es clave, ya que un consumo excesivo puede contribuir a un índice glucémico más alto, afectando los niveles de azúcar en la sangre.