Tarta de huevo mini

Tarta de huevo mini

Dessert

Calificación del Artículo: 49/100

1 serving (50 grams) contains 180 calories, 4.0 grams of protein, 10.0 grams of fat, and 20.0 grams of carbohydrates.

Registra esta comida en SnapCalorie

★★★★★ 4.8/5.0 (más de 2,000 reseñas)
Obtén tu requerimiento calórico
Registra tu nutrición en segundos
Obtén un plan de nutrición personalizado
SnapCalorie App Screenshot
851.7
calorías
18.9
proteínas
94.6
carbohidratos
47.3
grasa

Información Nutricional

1 taza (236.6g)
Calorías
851.7
% Valor Diario*
Grasa Total 47.3 g 60%
Grasa Saturada 18.9 g 94%
Grasa Poliinsaturada 0 g
Colesterol 236.6 mg 78%
Sodio 567.8 mg 24%
Carbohidratos Totales 94.6 g 34%
Fibra Dietética 2.4 g 8%
Azúcares 47.3 g
proteínas 18.9 g 37%
Vitamina D 94.6 mcg 473%
Calcio 189.3 mg 14%
Hierro 2.4 mg 13%
Potasio 236.6 mg 5%

* Los Valores Diarios están basados en una dieta de 2,000 calorías. Tus valores diarios pueden ser mayores o menores dependiendo de tus necesidades calóricas.

Atributos de la Comida

⚠️ Contains trans fat
🧈 High saturated fat

Fuente de Calorías

43.0%
8.6%
48.4%
Grasa: 425 cal (48.4%)
Proteínas: 75 cal (8.6%)
Carbohidratos: 378 cal (43.0%)

About Tarta de huevo mini

El Egg Tart Mini es un pastelito en tamaño bocado inspirado por las cocinas portuguesa y cantonesa, que fusiona ricas tradiciones culturales en un delicioso antojo. Su corteza escamosa y dorada está hecha de una masa a base de mantequilla en capas, envolviendo un relleno cremoso de natillas elaborado con huevos, leche, azúcar y un toque de vainilla. Aunque su tamaño modesto lo convierte en un postre perfecto controlado en porciones, el Egg Tart Mini es indulgente con su corteza mantecosa y su contenido de azúcar. Los huevos proporcionan una fuente de proteínas y nutrientes esenciales como colina y vitamina D, mientras que la leche aporta calcio para la salud ósea. Sin embargo, la tarta es alta en grasas saturadas y azúcares añadidos, por lo que la moderación es clave. Sus orígenes se remontan a los Pastéis de Nata de Portugal y resuenan profundamente en la cultura cantonesa del dim sum, convirtiéndolo no solo en un dulce placer, sino también en una conexión con vibrantes tradiciones culinarias.